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Una excursión accidentada

Narrador: Cristina y Jaime eran alumnos de sexto del colegio Eduardo Lucena, estaban entusiasmados en la excursión que estaban realizando a Lanzarote. 

Hoy les tocaba visitar el parque nacional del Timanfaya.


Jaime: Oye, Cristina, vamos a acercarnos un poco al volcán para verlo más de cerca.


Cristina: No es mala idea, ¿qué podría salir mal?


Narrador: Andando y andando se separan del grupo y sin darse cuenta se pierden.


Cristina: Madre mía, Jaime, ¿dónde están los demás?


Jaime: No te preocupes, Cristina, nos apañaremos… si yo tengo mucha orientación.


Narrador: Siguiendo las indicaciones del desorientado Jaime caen sin control a una cueva subterránea escondida entre la arena.


Jaime y Cristina: ¡Aaaah, socorroooo!


Jaime: ¡Puag! Tengo arena en la boca.


Cristina: Menos mal que eras un buen orientador…


Narrador:  De repente escucharon un rugido.


Diablo: Soy el diablo del Timanfaya. Si queréis salir de esta cueva, tendréis que pasar tres pruebas.Si la primera prueba queréis pasar, la llave escondida tendréis que encontrar.


Narrador: Los chicos estaban un poco asustados, pero se pusieron a buscar, ya que era su única salvación.


Cristina: Venga, Jaime, vamos a buscar la llave. Sígueme, que yo tengo mejor orientación
que tú.


Narrador: Y allí estaban Cristina y Jaime buscando la llave que todavía no había sido hallada.


Jaime: Cristina, vamos a descansar un poco, luego seguiremos buscando.


Cristina: Venga, vale, yo también estoy cansada.


Narrador: Y allí estaban descansando cuando, de repente, una llave sale de una pared en el rincón de la cueva.


Cristina: ¡Mira, Jaime, lo que he encontrado!


Jaime:  ¡Qué bien, Cristina, ya hemos completado la primera prueba!


Narrador: Y el diablo del Timanfaya apareció de repente.


Diablo: La primera prueba habéis completado, aunque algo os ha costado.

Una adivinanza os diré y muy malo seré: cuatro hermanos pasan la tarde en casa, porque está lloviendo. El primer hermano lee. El segundo hermano juega al ajedrez. El tercer hermano escucha música. ¿Qué hace el cuarto hermano?


Cristina: No sé, Jaime, esto está muy chungo…


Jaime: Calmémonos, no nos pongamos nerviosos, a ver...


Narrador: Y pensando y pensando se pasó el rato, hasta que dieron con la respuesta.


Cristina: ¡Ya sé, Jaime! El cuarto hermano estaba jugando al ajedrez, porque al ajedrez no puede jugar 1 persona.


Diablo: Bien, con la respuesta habéis dado, por lo que la segunda prueba habéis superado.


Diablo: La tercera pista os daré y así, salir podréis: aunque tiene dientes y la casa guarda, no muerde ni ladra.


Jaime: Aunque tiene dientes…y la casa guarda…¡Creo que ya lo tengo, Cristina!


Cristina: ¡Jaime, dime qué es!


Jaime: Sin duda está hablando de la misteriosa y grandiosa puerta.


Diablo: La adivinanza habéis acertado, pero aún la prueba no habéis completado. Mi buen amigo Griffin os esperará, para encontrarlo las tres pruebas debéis utilizar.


Narrador: Y el diablo desapareció de repente.


Jaime: Cristina, ¿te acuerdas de la puerta que vimos mientras buscábamos la llave? Ahí podría estar Griffin.


Cristina: Pues no se diga más, vamos para allá.


Narrador: Los chicos atravesaron la cueva hasta dar con una puerta.


Cristina: Jaime, dame la llave.


Narrador: Cristina abrió la puerta y allí estaba Griffin esperándolos.


Griffin: Vaya, vaya, vaya ¿a quién tenemos aquí?


Jaime: Venimos a que nos ayudes a regresar a nuestra casa.


Griffin: Os ayudaré con gusto, pero tendréis que acertar una serie de adivinanzas.
La primera adivinanza es: ¿Qué cosa no ha sido y tiene que ser, y que cuando sea, dejará de ser?


Cristina: Lo tengo, creo que es el segundo.


Griffin: Habéis acertado, pero aún no me habéis derrotado. Os queda otra por responder. Si la acertáis, os devolveré a casa. ¿Estáis preparados?


Jaime y Cristina: ¡Síííí!


Griffin: ¿Qué pasa por un vidrio sin romperlo?


Cristina: Esta es bastante difícil…


Jaime: ¡Lo tengo, Cristina, es un rayo de luz!


Griffin: Me habéis derrotado, así que a casa os llevaré.


Narrador: Griffin llevó a los niños a casa sanos y salvos y así, se acaba esta aventura. No sin antes deciros que no hay nada que el ingenio, el esfuerzo y la cooperación puedan lograr.

Los personajes

Espectáculo de marionetas

Los escenarios

cámara de vídeo de la vieja escuela azul brillante

Supera el reto...

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Cuento 1
Una excursión accidentada

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