No me juzgues por mi aspecto

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Escena 1: Campo de fútbol

Carlos era un niño de 9 años, que jugaba junto con sus amigos en un equipo del pueblo. Eran las 18:00 horas. Hacía una tarde estupenda y ellos jugaban tranquilamente.

Carlos, mientras juega, recibe un fuerte balonazo en la barriga y queda tumbado e inconsciente en el suelo.

Todos corren hacia Carlos, para ayudarle y ver qué le ha pasado. Una persona algo rara corre también, a prestar su ayuda (el vagabundo). La mamá de Carlos, que está viendo el partido, sale corriendo hacia él.

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Mamá: ¿Qué te pasa hijo? ¿Cómo estás?

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(Carlos no responde).

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Mamá: ¡Llamad a una ambulancia! ¡Mi hijo necesita ayuda!

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Vagabundo: ¡Déjeme, que yo puedo ayudar y salvarlo!

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Mamá: ¡Usted no se acerque a mi hijo! Usted no sabe nada de médicos y menos, con esas pintas. ¡Váyase de aquí! ¡Fuera!

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Vagabundo: Déjeme, yo le ayudaré, confíe en mí.

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Mamá: Le he dicho que no se acerque.

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Mientras que la madre mira si llega la ambulancia, el hombre sin ser visto por ella, le hace un masaje cardíaco a Carlos e intenta reanimarlo.

Después de varios intentos, lo consigue y Carlos, empieza a respirar.

Después de quince minutos, llega la ambulancia.

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Mamá: ¡Por fin, ya veo la ambulancia! ¡Pronto estará en el hospital!

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Escena 2: Hospital

Después de un rato y varias pruebas, una enfermera se acerca a la madre.

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Enfermera: Su hijo está bien, gracias a los buenos auxilios que le prestaron en el campo de fútbol. Si no hubiera sido por ellos, su hijo habría perdido la vida.

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Mamá: (LLora)

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El vagabundo, que se encontraba en el hospital, se acerca a la madre.

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Vagabundo: ¡Hola! Soy Antonio, soy médico y he trabajado en uno de los mejores hospitales del país. Por distintas causas, mi situación no es buena y no tengo empleo.

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 Mamá: (La madre empezó nuevamente a llorar). Lo siento mucho, te juzgué muy mal por tu aspecto y le has salvado la vida a mi hijo. Gracias y lo siento.

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Escena 3: Casa​

Cuando Carlos se recupera, el vagabundo va su casa; ya que la madre de Carlos le había dado su dirección.

El vagabundo toca el timbre. Carlos abre la puerta y sale su madre también.

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Mamá: Hijo, él fue la persona que te salvó la vida en el campo de fútbol.

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Vagabundo: ¡Hola! Soy Antonio. En el incidente no me dio tiempo a presentarme. Yo te hice un masaje cardíaco y te salvé la vida.

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Mamá: Entra y tómate un café con nosotros. Siempre te estaremos muy agradecidos. Aquí tendrás una gran familia.